Tras ser teletransportado por el espíritu de la Torre de la Ascensión, Evan se encontró de pie en un amplio corredor. El corredor estaba lleno de la rica esencia del mundo y estaba iluminado por pequeñas motas de luz que parecían luciérnagas.
Sintiendo la energía rica a su alrededor, Evan tomó una profunda respiración y sintió su cuerpo entero rejuvenecido por la esencia del mundo.
—La densidad de la esencia del mundo en este corredor es cientos de veces mayor que la del dominio del mundo —murmuró Evan, mirando a su alrededor.
Después de echar un buen vistazo a su alrededor, Evan echó un vistazo a la zona más profunda del corredor.
—Según el espíritu de la torre, el corredor de la esencia tiene diez mil metros de longitud y cada vez que cubro una distancia de cien metros aquí, un uno por ciento de mi maná se transformará en esencia del mundo —dijo Evan con una mirada pensativa en su rostro y entrecerró los ojos.