Anon ahora está parado en la puerta de Entrada del Reino Scubi.
—Señor, tiene que mostrarme su piedra de identificación antes de entrar —dijo el guardia.
—¿Eh? ¿Le acabas de pedir piedra de identificación al maestro? —preguntó Mike con una expresión seria.
—Cálmate, Mike.
[Maestro, no puedes usar magia.] La Energía Áurica habló de inmediato.
«Mierda. Me olvidé» pensó Anon mientras miraba al guardia.
—¿Tiene una identificación? —el guardia preguntó de nuevo.
«Podría matarlo de una bofetada, pero hay muchas personas presentes aquí. Si lo matara aquí, se crearía una impresión negativa de mi imagen y mi plan de tomar este reino fallaría» Anon pensó mientras una sonrisa aparecía en su rostro.
—Volveremos —dijo Anon con una sonrisa.
—Pero, Maestro... —Mike comenzó a hablar pero Anon lo detuvo mostrándole un gesto con la mano.
—Como usted mande, Maestro —Mike habló mientras seguía a Anon silenciosamente sin decir nada más.
Mientras caminaban en la dirección opuesta, Mike habló...
