—Entonces, ¿son más fuertes que tú? —preguntó Anon.
—Algunos de ellos lo son... Pero, ha pasado muchos años desde que los vimos. Así que, no podemos decirte cuánto más fuertes o más débiles se han vuelto.
—Pero, esperan Hisss~ por esa única oportunidad... Creen que un día alguien vendrá Hissss~
—Quien los liberará de ese lugar y tomarán esta tierra una vez más, Hisss~
—Dijiste que solo el 60% de ellos son demonios, ¿qué hay del restante 40%? ¿Qué son? —preguntó Anon.
—No podemos decirte todo, Hermano Anon. El tiempo se acaba y los dioses están preparando su próximo avatar.
—Hermana... Háblale sobre la Llave. —El dios demonio de ojos blancos habló mientras miraba a la Diosa de la lujuria.
—Hermano, Anon... ¿Tienes la Llave de Joiln? —Ella preguntó.
—Sí, la tengo en mi inventario. —habló Anon.
—Sácala... Por favor. —Ella dijo.
—Pero, Mi cuerpo está ahí afuera... Es mi alma, ¿verdad? —preguntó Anon.
