—Damon... Soy un puto avatar de Dios —Kai habló con una expresión seria.
—Sí...? No lo sabía, gracias por la información y para tu conocimiento, también fui un puto dios hace unos 3000 años —Damon habló con una expresión seria.
—Sé eso y ese no es el problema... Se trata del contrato que hicimos —Kai habló.
—¿Qué contrato? —Damon preguntó con una expresión confundida.
—Bueno, era un contrato secreto entre Anon y yo.
—Entonces, ¿por qué me lo estás contando a mí? —Damon preguntó con una expresión seria.
—Bueno, porque está rompiendo el puto contrato —Kai habló con una expresión irritada.
—Muéstrame el contrato... —Damon pidió.
—No lo tengo... —Kai respondió.
—¿Por qué no? —Damon preguntó.
—Era un... Ver... —Kai habló con una voz tan baja que ni siquiera Damon pudo oírlo.
—¿Qué coño estás diciendo, chico? —Damon preguntó en un tono alto.
—Era un contrato verbal —Kai habló.
—¿Un qué? —Damon preguntó.
—Un verbal-