La repentina aparición de los Caballeros Esqueleto fue sorprendentemente apreciada por muchos espectadores. Algunos de ellos comenzaron a reunirse alrededor de la plaza para mirar a los Caballeros Esqueleto.
¡Se interesaron más en la batalla en lugar de huir de la escena!
—¡Un esqueleto que se mueve! ¡Padre, mira! —exclamó un niño.
—No los mires a los ojos —advirtió su padre.
—¡Vaya~ no esperaba que fuera un nigromante. Se ve guapo...! —comentó una muchacha entre la multitud.
—Creo que las Artes Oscuras no son tan terribles. Yo también quiero ser capaz de invocar tales criaturas —soñó en voz alta otro espectador.
—Probablemente morirías si intentaras entrar a su academia. No malgastes tu vida —razonó su amigo.
—Pero aún así, esos Caballeros Esqueleto lucen realmente fuertes. Escuché que solo los Nigromantes de Segunda Clase podían invocarlos —dijo otro, mostrando conocimiento sobre el tema.