—¡Imposible! —exclamaron Evelyn, Edward y Odell al unísono.
La revelación los dejó sin palabras. Su anterior subestimación de Vale había sido reemplazada con una mezcla de asombro e incredulidad.
—Yo… No puedo creerlo… —tartamudeó Evelyn, su voz llena de una mezcla de asombro y arrepentimiento—. Hemos estado tan ciegos. No, quizás realmente todo se deba a su extraña fisiología.
—¿Habrá cometido un error el Maestro Heinz? —se preguntaba Edward, quien una vez desestimó a Vale como insignificante—. Tal vez la poción que recibió Vale ya estaba perfeccionada.
—No, eso es imposible —contestó Evelyn—. El Maestro Heinz no cometerá tal error al evaluar el talento de alguien. Nuestro Senior debe haberle ocultado algo a nuestro Maestro. ¿Recuerdas la historia de la Senior Denise? Mencionó que el Senior Vale estaba cogiendo libremente los objetos de los cadáveres que estaban incinerando. Creo que obtuvo un tesoro raro durante esos tiempos y lo ocultó del Maestro.