Wolfe se dirigió a la sala de producción de municiones justo después de la cena y miró los enormes montones de cajas de madera esperando a que las encantara para su envío. Definitivamente habían estado ocupados mientras él estaba ausente, pero no había nadie más que pudiera establecer las inscripciones en la forma extraña de los proyectiles con éxito, ni siquiera la simple inscripción de explosión que usaban para la mayoría de los cartuchos.
La versión que él había estado enviando era más potente que la original para tener en cuenta la masa de monstruos de Rango Dos, pero últimamente había estado viendo también un buen número de monstruos de Rango Tres. Por ahora, podían dispararles media docena de veces o usar las ametralladoras pesadas, pero si empezaban a aparecer monstruos de Rango Cuatro, tendrían que actualizar sus estrategias.
