Wolfe observó a las brujas durante un rato, luego volvió a mirar al Sprite.
—Estoy aproximadamente un 99 por ciento seguro de que son Brujas despertadas. Estoy mirando sus sistemas de maná, y todo parece estar bien para mí —comentó.
—Hazlo ya. Limpia la maldición y despiértalas. Te juro que serán como un cuarenta por ciento menos espeluznantes.
Priya se rió.
—¿Solo un cuarenta por ciento menos espeluznantes? —preguntó Priya.
El Sprite asintió muy seriamente.
—Bueno, tienen toda esa contaminación asquerosa en su aura, así que van a ser espeluznantes pase lo que pase, pero si no hubieran sido despertadas antinaturalmente, entonces serían menos espeluznantes —afirmó el Sprite.
No era ningún secreto que habían sido despertadas a la fuerza por la Bestia de Maná, así que los comentarios del Hada coincidían con lo que las Brujas ya habían admitido por sí mismas. Solo había un gran problema.
—Si quiero despertarlas, tengo que quitarles las pulseras —le recordó Wolfe al Sprite.
