Conseguir un trato con ellos no iba a ser un problema. Wolfe ya podía ver que ambos estaban dispuestos a hacer casi cualquier cosa para obtener el tipo de encanto que Ella podía poner en sus campos y así acortar el ciclo de cultivo que actualmente duraba mucho a menos de una semana. Con el Encanto de Jardín avanzado, la tasa de crecimiento sería asombrosa y, con su magia, el rendimiento por campo probablemente sería mucho más alto que los cultivos naturales también.
Bueno, casi naturales, ya estaban apresurando su producción tanto como sus habilidades les permitían, pero no era suficiente para mantenerse al día con la demanda.
—¿Qué piden a cambio? —solicitó el coronel con un tono muy formal.
—Lo mismo que le pedimos al Conventículo Myrrh cuando hicimos un trato con ellos. Si hay un ataque en el Bosque de las Hadas, vendrán en nuestra defensa y no nos atacarán ni a nosotros ni a nuestra gente. Eso es todo lo que pedimos a cambio de nuestra asistencia.
