La mañana siguiente, era hora de que Melocotón y los demás comenzaran a regresar a la ciudad para entregar su informe a Reiko y al Consejo del Coven. Aunque quisieran quedarse más tiempo, no era una buena idea, con el Consejo esperándolos y la Academia reanudando clases después del descanso.
Si no regresaban, el Consejo empezaría a pensar que el Bosque de las Hadas era peligroso y hostil, y eso era lo último que querían. Wolfe había accedido a cargarlos con los suministros que el Consejo quería, incluyendo una red de barreras, bastantes armas para los guardias y un gran [Encanto del Jardín] en el que las Brujas de Segundo Rango iban a trabajar juntas.
Las Brujas habían terminado su parte del trabajo temprano esta mañana, en cuanto comenzó el servicio de desayuno, pero una hora más tarde, aún no habían visto a Wolfe bajar a comer.
