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Durante el viaje de regreso al pueblo, Cassie se concentró en los detalles de lo ocurrido durante la guerra, las batallas y las armas mágicas que habían improvisado para el propósito.
Era una técnica de distracción efectiva, y el equipo que venía del Aquelarre Morgana estaba tan cautivado con las historias que ni siquiera se dieron cuenta de que habían aprendido prácticamente nada sobre el pueblo real al que iban a ver o las personas que vivían en él.
Así que, cuando desembarcaron del bote para caminar los últimos cientos de metros hasta la entrada, el grupo tenía muy poca idea de lo que estaba pasando o por qué había una muralla de árboles tan impenetrable a su izquierda.
—Bienvenidos todos a la Arboleda del Bosque, anteriormente conocida como la Guarida —anunció Cassie, y luego se apartó para dejar que todos apreciaran el esplendor del pueblo con sus pasarelas elevadas y la gran aguja en el centro.
