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Después de unos minutos, los exploradores comenzaron a descubrir los trucos para navegar por el nuevo bosque, y las Brujas que recorrían los pueblos para sanar a otros comenzaron a moverse de nuevo, principalmente con guías, para que todos pudieran aprender de nuevo la zona.
Una vez que los exploradores de pueblos más distantes encontraban a alguien, simplemente se quedaban con ellos, era la única manera de no perderse completamente en el bosque, y los árboles empezaban a darles escalofríos como si estuvieran siendo observados y juzgados.
Los primeros exploradores en llegar a la Guarida se acercaron en silencio y entregaron sus notas, luego hicieron una doble toma cuando comprendieron a la bruja que les agradecía su ayuda.
