Los oficiales superiores estaban todos reunidos en el comedor con un montón de preguntas en sus mentes cuando Wolfe llegó, ya que se encontraban en medio de una reunión allí cuando la apariencia entera de la Guarida cambió en un instante.
La mirada de sorpresa en sus rostros al verse repentinamente rodeados de mármol y oro, incluso si se daban cuenta de que era una ilusión, valía la pena no haber advertido a nadie con antelación de que estaba a punto de lanzar un hechizo a tan gran escala.
—Saludos, a todos. Solo estoy aquí para hacer algunas renovaciones a las mesas y sillas. No me presten atención. Solo seré unos minutos —Wolfe les informó y luego miró la cantidad de sillas.
—Okay, quizás más de unos minutos, pero terminaré con sus lugares en un minuto —se corrigió.
Convertir la mesa fue exactamente lo mismo que hacer la de su habitación. Solo tenía que concentrarse en el objeto y el diseño final, pero el hechizo en sí no cambiaba.