—Atención todos, por favor —dijo—. Esto sólo tomará un minuto. Hay algunas normas de seguridad y cortesía que deben seguirse mientras estén aquí.
—Primero, no bloqueen ninguna de las rejillas de ventilación. Las cavernas necesitan circulación. No son aires acondicionados personales.
—Segundo, no se permitirá violencia o robo. Si hay alguno, serán expulsados inmediatamente.
—Tercero, si ven a algún mutante, no ataquen. Son nuestros aliados. La maldición sobre ellos no les permite comunicarse con las Brujas, pero pueden pasar cartas, y pueden hablar con Wolfe cuando no hay brujas alrededor.
—Si los ven en el piso de arriba, estarán o tratando con Wolfe o entregando nuestra parte de suministros de un intercambio o de un ataque a los convoyes de refuerzo del ejército humano —continuó—. No puedo enfatizar esto lo suficiente. Necesitamos esos suministros. De ahí proviene nuestra comida —informó Priya a la habitación con voz firme.
