La primera cosa que los Monarcas tenían en la mira era la barrera [Buenas Intenciones]. No podían ocultar de sus ojos que el núcleo todavía estaba secretamente escondido en la oficina del Ministro William entre las viejas decoraciones y pilas de armadura ornamental, pero la barrera misma era lo que les intrigaba.
—Magi, ¿puedes lanzar ese hechizo cuando quieras, o hay precondiciones? —preguntó el Rey de Sodoma.
—Solo unas pocas precondiciones mínimas, pero son más acerca de la ubicación y los ocupantes que cualquier otra cosa. No requiero de materiales raros para activar la formación, solo algo duradero para inscribirlo —explicó Wolfe.
—¿Es así de fácil? —preguntó la Reina Victoria, mientras se estiraba perezosamente extendiendo sus alas para pinchar al Rey a su lado en la parte trasera de la oreja.