—Archer observaba cómo el excéntrico anciano giraba para enfrentarse al dueño del puesto de fideos, que estaba ocupado cocinando sus platos —dijo—. ¡Cállate, Raymond! ¡Ella está vendiendo baratijas dudosas para estafar a la gente! Es indignante.
Intrigado, Archer se levantó de la mesa en la que estaba sentado y se acercó al pequeño puesto, que ofrecía de todo, desde trastos inútiles hasta cadenas que irradiaban maná. Después de inspeccionar la mercancía, no encontró nada interesante, ya que eran para personas de nivel inferior.
Después, se volvió hacia Rodrick, quien murmuraba maldiciones mientras se dirigía hacia el puesto de fideos, que despedía humo. Esto distrajo a Raymond de la confrontación inminente.
—Archer suspiró con molestia —dijo—. El anciano estaba decidido a discutir con Raymond, lo que le impediría comer su comida recién descubierta. Raymond no lo aceptaría, así que Archer lanzó Manipulación de Maná.