—Teuila observó mientras Archer terminaba su apasionado discurso, impulsando a los soldados con sus palabras —los soldados se volvían cada vez más fervientes, espoleados por el implacable bombardeo de fuego de cañones de maná por encima de sus cabezas.
—Las explosiones atronadoras respaldaban la declaración silenciosa de Archer, avivando la adrenalina de las tropas mientras se preparaban para cargar en batalla —Teuila estaba cerca, su corazón latiendo mientras miraba a su esposo, a quien había crecido amar.
—Los cañones retumbaban en la distancia, enviando ráfagas de energía que se estrellaban contra las ya debilitadas defensas —pedazos de piedra y escombros caían con cada explosión, debilitando las fortificaciones.