Archer y el grupo guardaron silencio cuando la chica conejo Eveline apareció al llamado del anunciador, atrayendo su atención hacia el escenario y permitiéndole estudiarla. Le encantaba su largo y sedoso cabello blanco y sus impactantes ojos rojos. Desprendía un encanto único que captó su interés.
El rostro de Eveline es impresionante, con rasgos cálidos y acogedores. Su piel tiene un rico resplandor dorado por el sol que ilumina todo su rostro. Sobre sus ojos, unas cejas blancas perfectamente esculpidas enmarcan su rostro con precisión, sumando a su encanto.
Sus labios llenos, exuberantes e invitantes, se curvan en una suave sonrisa que ilumina su rostro, acentuando la curvatura natural de sus mejillas. Los enérgicos movimientos de Eveline, marcados por sus saltos hacia arriba y hacia abajo, causando que sus grandes atributos rebotaran, eran resaltados por su ropa de guerrera.
