Archer echó un vistazo hacia Nala, quien estaba sentada con una sonrisa ansiosa. Su cabello dorado estaba recogido en una cola de caballo, que no podía ocultar su esponjosidad. Pero él admiraba su belleza, agradecido de tenerla en su vida.
Con un leve movimiento de cabeza, la elogió. —Te ves impresionante, Nala. Estoy emocionado por verte pelear.
La leona sonrió al oírlo, lo que hizo que su confianza se disparara. Archer continuó observando los siguientes dos combates, que no eran tan emocionantes como los que involucraban a sus chicas.
Unas horas pasaron hasta que el anunciador dijo:
—Nala Corazón de León y Venessa Garra de Veneno. Por favor, suban al escenario.
Cuando Nala escuchó esto, se levantó emocionada antes de besar a Archer y sonreír a los demás, quienes le deseaban suerte. Él dirigió su mirada hacia su oponente, notando su cabello verde oscuro y sus cristalinos ojos azules.