—¡Malditas aves! —se quejó Sera mientras miraba al culpable—. Deberías haberla matado por atreverte a atacarnos.
—Solo estaba haciendo lo que le viene naturalmente —reveló—. Nos amenazó y probablemente estaba cazando para sus crías.
—Tiene sentido, pero aún así debería haber muerto —dijo ella con un soplo que la hizo parecer adorable.
—Mientras Archer volaba, veía el aire frío rebotando en el Escudo Cósmico, lo que le hacía sonreír ya que no tenía que enfrentarse al horrible clima. Mientras volaba, escaneaba el paisaje, pero Sera rápidamente lo distrajo mordisqueando su oreja antes de preguntar dulcemente—, ¿Qué estamos buscando, cariño?
—Una gran isla —respondió—. Dellah y los otros enanos eran originarios de allí y me contaron que su gente ha sido esclavizada.
—¿Ahora estás liberando esclavos? ¿Eres un héroe ahora, Arch? —preguntó Sera.
