La intensidad del momento era abrumadora, un torbellino de sensaciones que amenazaba con consumirlos a ambos. Archer finalmente alcanzó el clímax del placer, su orgasmo estalló sobre él como una ola gigante.
Derramó su semilla profundamente en el vientre de Halime, llenándola con su esencia mientras ella gritaba en éxtasis, su cuerpo temblando mientras alcanzaba el clímax al mismo tiempo. Archer notó que ella se desmayó debido al placer abrumador que la cubrió.
Después de su encuentro apasionado, Archer se retiró de las húmedas entrañas de Halime, su semilla y los jugos de amor de ella fluyendo como una cascada. Rápidamente lanzó un hechizo de limpieza sobre sí mismo antes de besar tiernamente la frente de Halime y salir de la habitación.
Al salir, las voces de cuatro chicas llegaron a sus oídos. Curioso, Archer se acercó para encontrar a Llyniel, Teuila, Leira y Hécate sentadas juntas. Aunque Llyniel, Teuila y Hécate parecían relajadas, Leira tenía una expresión preocupada.
