Mientras Archer estaba inconsciente, soñó con su tiempo en la Tierra cuando Alexa y su familia lo llevaron a comer a la costa.
Se estaba preparando cuando su puerta se abrió de golpe y se estrelló contra la pared, lo que le hizo sobresaltarse.
Archer se giró hacia la fuente y vio a su hermano mayor Billy, que tenía una gran sonrisa mientras se acercaba a él.
El chico mayor rodeó con su brazo los hombros de Archer y comenzó a burlarse de él con un brillo en sus ojos. —Eh, hermanito, he oído que vas a llevar a Alexa a una cita supervisada esta noche.
No pudo evitar sonrojarse, sus mejillas se volvieron de un tono carmesí antes de balbucear. —Vamos, Billy, no es así.
Pero, implacable como siempre, Billy se inclinó con una amplia sonrisa y dijo. —Cuando ustedes dos se casen, yo pido ser el padrino. Tengo que asegurarme de que no la fastidies, ¿verdad?
La vergüenza de Archer aumentó y musitó. —Es solo una cita supervisada. No saquemos conclusiones precipitadas.
