Mientras las chicas lanzaban sus asaltos, Archer se unió lanzando Rayos de Elemento hechos de fuego de color violeta. Apuntó y los liberó, observando cómo los rayos atravesaban el aire hacia los caballeros restantes.
Mientras algunos caballeros lograban bloquear los ataques entrantes con escudos, otros fueron tomados por sorpresa. Los proyectiles ardientes perforaron sus defensas, calcinando su armadura y carne. El intenso calor y las llamas causaron gritos de dolor que llenaron el aire a medida que los rayos encontraban sus objetivos.
En medio del caos, un repentino rayo de sol estalló, cayendo sobre otro grupo de caballeros que avanzaban. Archer giró su atención y vio a Hemera, una sonrisa adornaba sus labios mientras continuaba desatando sus poderosos hechizos.