—El dúo había estado caminando durante varias horas cuando se encontraron al pie de las majestuosas Montañas Osiris —comentó el narrador.
—Archer, todavía con sus alas desplegadas, comenzó a aletear y despegó hacia el aire. Sin embargo, su vuelo fue abruptamente interrumpido cuando múltiples Explosiones de Viento colisionaron con él, causando que se estrellara contra el suelo.
—Sera corrió hacia él, su expresión llena de preocupación mientras él recuperaba su equilibrio y se quejaba de los molestos elementales y su política de "no volar".
—Archer se volteó hacia la pelirroja preocupada y la tranquilizó con una sonrisa, diciendo, "Estoy bien. No es la primera vez que me golpean esos".
—Sera asintió —aliviada por su respuesta—. Y los dos continuaron su viaje a pie a través de las montañas.
—Horas más tarde, se encontraron sentados en la cima de una montaña, contemplando la vasta extensión de Mediterra Oriental.