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Después de devorar el corazón, Archer escudriñó el área y notó a las chicas sentadas bajo un árbol. Ella lo miraba con los ojos muy abiertos, observando la sangre goteando de su hocico.
A medida que se acercaba, haciendo temblar el suelo, Archer volvió a su forma humanoide.
Cuando se aproximó a las chicas, Ella habló —Archer, fuiste increíble allí afuera —dijo ella, la admiración brillando en sus ojos—. Pero no pude evitar notar algo... diferente en ti. ¿Por qué consumiste el corazón de la criatura?
Archer vaciló al sentarse con ellas, contemplando si revelar su secreto. Tomando una respiración profunda, decidió que era hora de compartir.
—Ella, hay algo que no te he dicho antes —comenzó, su voz llena de sinceridad—. Cuando consumo los corazones de bestias o humanoides, me concede un pequeño pero significativo aumento de fuerza.
