El sol se alzaba sobre la espesa jungla, y una cacofonía de sonidos brotaba de la naturaleza al despertar.
El aire se llenaba de los gritos, rugidos y chirridos de distintas criaturas, convirtiendo al bosque en un espectáculo musical.
Archer despertó, sintonizando con los animados sonidos de la jungla. El profundo rugido de una criatura lejana resonaba entre los árboles, mientras seres parecidos a monos se balanceaban de una rama a otra, charlando y ululando con entusiasmo.
Pájaros coloridos sobrevolaban, sus melodiosas canciones llenaban el aire. Los ojos de Archer se abrieron lentamente al ver cabello azul por todo su rostro.
Cuidadosamente retiró el cabello y vio a Teuila durmiendo profundamente, con la mitad de su cuerpo descansando sobre él, sus senos presionados contra su pecho.
Luego, dirigió su mirada hacia la derecha y observó a Ella acurrucada como una ardilla en invierno, aparentemente muy a gusto y contenta.