Capítulo 42 – Hombre de Florida Secuestra Avión para Vender sus Medicamentos Caseros
—Jejejeje. ¡Ganancias! —Leo ignoró la mirada de Wu Buyi. Caminó hacia el montón de cenizas de Ouyang Long y recogió su ropa. La agitó cinco veces, sacudiendo los objetos de los bolsillos de las túnicas.
Pu pu
Dos anillos, cinco cuchillos arrojadizos, dos espadas largas y piedras azules cayeron. Leo echó un vistazo de disgusto a los cuchillos y las dos espadas y recogió los anillos y las piedras azules. Luego, revisó su esperanza de vida.
Leo sonrió brillantemente. Su deseo había sido concedido, y tenía suficiente esperanza de vida para mejorar su tienda de nuevo. Debido a la alegría, se olvidó de Wu Buyi.
El sistema de la tienda liberó a Wu Buyi. El alquimista buscó aire y jadeó. Luego, miró a Leo con asombro y respeto.
—S-Señor inmortal... ¡Me equivoqué! ¡Por favor perdona mi ofensa pasada! —Wu Buyi se postró en el suelo. Tiró su vergüenza y sollozó como un bebé.
Leo finalmente recordó que había alguien más cerca, y que este alquimista había sido testigo de todo. Además, el enorme barco volador todavía estaba cerca.
Aunque a Leo no le importaba que Wu Buyi trajera cultivadores estúpidos aquí, su lado capitalista no quería compartir la esperanza de vida que había obtenido de Ouyang Long. Por lo tanto, se inventó una excusa.
—Esta vez no puedo darte comisión, ya que tus clientes me atacaron a mí y a mi tienda. La próxima vez, deberías traer mejores clientes.
—E-Entiendo, señor —Wu Buyi no se atrevió a pedir recompensas. Incluso si tenía derecho a reclamarla, no era lo suficientemente valiente para exigir su parte. Después de todo, Ouyang Long atacó directamente a Leo, y este último podía fácilmente afirmar que Wu Buyi lo había traicionado.
Mientras tanto, Leo se reía para sí. Como no tenía que pagarle una comisión a Wu Buyi, se quedaba con todo. Luego dirigió su atención al barco volador.
—¿No vas a invitar a las personas de allá arriba a que visiten mi tienda? —E-eh —Wu Buyi dudó. Como los sirvientes pertenecían a Ouyang Long, temía que buscaran venganza. Sin embargo, después de pensar en la personalidad de Ouyang Long, podrían no ser leales.
Leo miró a Wu Buyi de nuevo. Frunció el ceño.
—Todavía hay un problema contigo por haberte escapado con mi elixir. Si no tienes ganas de trabajar, podemos terminar nuestro contrato aquí.
—¡No, no! ¡Trabajaré, señor! ¡Trabajaré al máximo! —Asustado de Leo, Wu Buyi voló hacia la aeronave.
Al volver a la aeronave, Wu Buyi se apresuró a hablar con el capitán del barco. Le susurró con voz apagada.
—Está bien. Sea lo que sea que oigas, no te asustes. Repito, no te asustes.
—¿S-Sí, señor?
—Ahem, bueno. —Wu Buyi se aclaró la garganta y miró a su alrededor. Como no vio a nadie cerca excepto al capitán, reveló la verdad.
—Ouyang Long está muerto.
—…
—Ofendió a un inmortal y este lo mató. Ahora, el inmortal quiere que todos en el barco bajen y comercien con él. Si te niegas, matará a todos aquí.
—…
—No sé lo que Ouyang Long les ha hecho o cuán leales son a él. Pero sepan esto: la persona allá abajo es mil veces más aterradora que su señor. Así que si valoran sus vidas, convenzan a todos de ir y rendir respeto al inmortal. Si es posible, compren algo de su tienda, y nadie saldrá herido.
—…
El capitán del barco era simplemente un cultivador del núcleo dorado. El resto de los sirvientes y la tripulación estaban todos en la etapa de establecimiento de base. Por lo tanto, nadie aquí podía desobedecer la orden de Wu Buyi.
El capitán hizo una reverencia en silencio y tomó un cristal, que era un artefacto de amplificación de sonido. Aunque su rostro estaba pálido como un papel, anunció a la tripulación y a los sirvientes de Ouyang Long.
—Atención, toda la tripulación. Ouyang Long ha muerto, y hemos recibido una nueva orden. Aparcaremos nuestro barco en unos minutos, y toda la tripulación debe bajar para rendir respeto a un experto inmortal. Por favor, mantengan la calma y actúen adecuadamente para su seguridad.
Wu Buyi abandonó el alcázar y observó a la multitud a bordo. Como esperaba, sus expresiones eran complicadas. Aún así, no hubo señales de resistencia ya que nadie era leal al señor cruel —solo servían a Ouyang Long por miedo.
Unos minutos después, la nave descendió y se mantuvo flotando sobre el bosque. La multitud saltó del barco volador y se reunió frente a la tienda general.
Un cierto monstruo planta notó su llegada de inmediato. Salió a saludarlos con su habitual frase de captura.
—¿Ñam-Ñam Miau?
—…
La gente estaba confundida. Vinieron aquí para saludar a un inmortal, no a un monstruo planta. Afortunadamente, Wu Buyi los escoltó y tradujo el idioma de Gato.
—Esa es la mascota del experto inmortal. Solo quiere una tarifa de peaje. Mientras le des un cadáver de monstruo o comida, se irá tranquilamente.
—Oh.
No todos los cultivadores se sustentaban de píldoras de grano. Como la comida común era más barata, muchos sirvientes almacenaban comida real en sus anillos espaciales y ropas. Todos sacaron comida de gente común, como carne seca, pan duro y cadáveres de animales. Luego, los pusieron en el suelo frente a la planta devoradora.
El Gato movía su cabeza arriba y abajo como un pájaro a ritmo de música. Reunió todo en sus brazos, mejor dicho, ramas. Luego, se alejó gateando alegremente.
Al observar al monstruo, algunas sirvientas se rieron por lo bajo, encontrándolo adorable. En cuanto al resto de la tripulación, estaban asombrados, pues nunca habían visto una planta monstruo tan inteligente.
CRUJIDO
El sonido de una puerta abriéndose interrumpió su atención. Un anciano con una larga barba salió del edificio y los miró fijamente. Tan pronto como notaron el aura arcoíris de Leo, todos se arrodillaron y se postraron en el suelo, rindiendo respeto a Leo.
Leo había cambiado de ropa. Temporalmente se puso el uniforme del Escuadrón Hound ya que su ropa anterior estaba quemada y destruida. Al ver la multitud de 200 personas, Leo cruzó sus brazos mientras acariciaba su larga barba.
—Bienvenidos a mi tienda general. Pueden entrar y echar un vistazo a mis artículos. Si tienen alguna pregunta, pueden preguntarme a mí o a Wu Buyi que está allá. Además, solo aceptamos Esperanza de Vida como moneda —dijo.
—¿E-Esperanza de Vida? ¿Nuestra esperanza de vida? —Todos tragaron saliva. Ninguno se atrevió a levantar la vista o la cabeza.
Leo echó un vistazo a Wu Buyi, quien era el único que estaba de pie. Este último se secó el sudor con un pañuelo y explicó al equipo, detallando cómo funcionaba la tienda.
Un minuto después, los 200 cultivadores levantaron la cabeza. Entendieron las instrucciones, pero nadie se atrevió a entrar al edificio.
Viendo que nadie se movía, el capitán del barco, Zhong, se ofreció voluntario para que Leo no se sintiera ofendido.
Zhong había nacido huérfano, por lo que no tenía apellido. Este año, tenía 75. Aunque su fuerza había alcanzado la etapa del núcleo dorado, era considerado un inútil ya que su base de cultivo había estancado durante 40 años. Ouyang Long lo encontró y lo esclavizó, forzándolo a trabajar aquí. Y hoy, se topó con un nuevo tirano.
Preparándose para morir, Zhong dio tres pasos hacia adelante. Cortésmente juntó su puño en señal de saludo hacia el Hombre de Florida.
—Deseo comprar sus artículos. ¿Podría ver lo que tiene a la venta? —preguntó.
Leo se encogió de hombros, indicándole que entrara en la tienda. También le permitió a Zhong ver su propia Esperanza de Vida.
Nombre: Zhong
Edad: 75
Esperanza de Vida: 465 Años, 1 Mes, 12 Días, 4 Horas y 54 Minutos.
Al ver su Esperanza de Vida por primera vez, Zhong se asombró. Sus rodillas se volvieron tan blandas como gelatina, y cayó de rodillas.
—¿M-Mi Esperanza de Vida? —exclamó.
Leo no se detuvo ahí —permitió que todos los demás vieran sus Esperanzas de Vida. Cuando 200 menús de estado aparecieron de una vez, la multitud murmuró. Miraron sus años restantes y los compararon con los de sus amigos como si fueran niños comparando boletas de calificaciones.
Wu Buyi sonrió amargamente mientras Leo sonreía ampliamente. Este último se volvió, planeando entrar en su tienda. Pero después de dar dos pasos, dijo.
—Señor Wu Buyi, puede quedarse con las espadas y los cuchillos. No los necesito.
—¿E-Eh?
Wu Buyi abrió los ojos como platos y miró las espadas cerca de las cenizas restantes de Ouyang Long. Su mandíbula se cayó levemente.
—¿Las espadas? ¿Puedo quedarme con esas espadas?
Leo rodó los ojos —No me hagas repetirme. Llévatelas o las fundiré en minerales. No me gusta la esgrima.
—…
Wu Buyi corrió hacia las espadas y las recogió. Frotó las empuñaduras y las examinó de cerca.
Una de ellas era la espada voladora de Ouyang Long, que a menudo utilizaba como vehículo personal volador. En cuanto a la otra, era una espada ancha china fina. A primera vista, parecía frágil, ya que podía doblarse y curvarse como las olas. Sin embargo, Wu Buyi notó sus propiedades ocultas.
Podía almacenar Esencia de Fuego y Esencia de Agua dentro de las hojas, y Wu Buyi podía tomar prestado su poder a voluntad. Además, regeneraba automáticamente su Qi y Esencia.
En resumen, ¡esta espada ancha era un tesoro!
Wu Buyi se inclinó de nuevo. Golpeó su cabeza en el suelo —¡Gracias, señor! ¡Juro por mi juramento dao! ¡Le seguiré de por vida!
Leo rodó los ojos para evitar la vergüenza. Miró a Zhong a continuación.
—Venga. Estoy de buen humor hoy. Todos los artículos tienen un 50% de descuento. Solo dígame si necesita algo.
Zhong asintió y siguió a Leo a la tienda. Miró a Wu Buyi, quien recibió los objetos personales de Ouyang Long como regalos. Pensó para sí mismo:
«Ouyang Long era egoísta. Nunca regalaba nada a nadie excepto a su hijo. Pero si esta persona es lo suficientemente amable para recompensar a otros, quizás no sea tan egoísta como Ouyang Long».
Zhong se llenó de esperanzas. Se preguntaba qué tendría Leo en la tienda.
No se decepcionó. Tan pronto como Zhong entró al edificio, fue recibido con refrigeradores únicos, estanterías y frutas raras. Un gran cesto de Bloodmelons resaltaba de manera prominente, mientras que una mesa cercana destacaba cajas transparentes de píldoras.
—¿Píldoras de grano? —Zhong tenía curiosidad.
Leo asintió y explicó —Sí. Esas son píldoras de grano de elemento. Normalmente, las vendía por 10 años de Esperanza de Vida por píldora, pero las venderé por cinco años por píldora. ¿Qué le parece?
—¿¡Qué?!