En el momento en que la pantalla se iluminó, comenzó la música.
Una melodía suave de piano llenó el aire—no exactamente triste, sino transmitiendo una sensación de esperanza—como si algo más brillante estuviera justo fuera de alcance, esperando ser descubierto.
Había una lucha sutil en las notas, un recordatorio de que la esperanza no viene fácilmente y que se gana a través de dificultades. Se sentía como el tipo de canción que escucharías en una noche tarde, reflexionando sobre la vida, pero de alguna manera, también era el himno perfecto para la juventud.
Ocho chicos fueron mostrados de nuevo, caminando por sus propios caminos separados en la vida. June fue el primero en ser enfocado, su rostro iluminado suavemente por una farola. Había cicatrices en su rostro, haciéndolo ver aterrador pero a la vez lamentable. Mientras caminaba, comenzó a cantar.