Mientras Rain se levantaba, reforzado por un nuevo sentido de confianza obtenido de las habilidades que acababa de adquirir, miró a su alrededor y notó que Seara esperaba pacientemente cerca. Había llegado el momento para Rain de encontrarse con Sealyn, su hija, quien había crecido hasta ocupar una posición de liderazgo y responsabilidad, y esta realización le causó un cúmulo de nerviosismo.
A pesar de la confianza recuperada al aprender sobre las notables habilidades y logros de Sealyn, la perspectiva de encontrarse con su hija después de una larga ausencia aún provocaba una mezcla de emociones en Rain. Los nervios comenzaron a revolotear en su estómago mientras contemplaba el próximo encuentro con ella, preguntándose cómo lo recibiría y cuánto había cambiado desde la última vez que la vio.
—Pareces un poco cansado. Deberías dormir un poco —dijo Rain cuando entraron al centro del campamento. —¿Planeas luchar esta noche también?