Cinco días pasaron, y los abuelos de Rain sucumbieron al implacable agarre de la enfermedad, uniéndose a sus ancestros en el reino más allá. Fue un golpe desgarrador para Rain, porque a pesar de la difícil relación que tenía con ellos, aún eran familia. Con su partida, Rain y su pequeña familia quedaron una vez más ante la dura realidad de la pérdida.
En medio de su duelo, Rain y sus parientes restantes reunieron cada onza de fuerza para honrar la memoria de sus abuelos. Con sus limitados recursos, juntaron suficientes fondos para darles a sus queridos mayores una despedida adecuada. La insignificante suma apenas cubrió lo esencial, pero Rain estaba determinado a rendir sus respetos, incluso si eso significaba hacer sacrificios en otras áreas.