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Después de darse cuenta de que estaba enamorada de Alex y confesárselo, el desempeño de Mimi en el trabajo cambió repentinamente de una rutina a un rendimiento máximo. Incluso comenzó a escribir algunas canciones propias sobre sus sentimientos hacia Alex durante su tiempo libre. Alex, por supuesto, intercambió números con la chica y prometió llevarla a una cita adecuada cuando tuviera tiempo libre.
Así que, después de llevar a la chica a casa y regresar a su ático, estaba de hecho de muy buen humor. Tanto que desprendía una atmósfera completamente diferente. Era casi como si su corazón helado hubiera comenzado a derretirse. Esto fue algo que sus hermanas notaron de inmediato ya que le preguntaron a Alex por qué estaba sonriendo como un idiota.
—Vaya, vaya, vaya, ¿quién está de buen humor? ¿Qué pasó, hermanito? ¿Ganaste la lotería? —Alex se rió cuando escuchó decir esto a Kristina antes de responder a su pregunta de una manera que ella no esperaba.
