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—A la mañana siguiente, Alex despertó con el amanecer con sus dos hermosas amantes a su lado. Se aseguró de que todas disfrutaran juntas su ritual matutino y un agradable desayuno en familia, antes de despedirse de las dos mujeres con un beso.
—Aunque Hee-Young y Ja-Young querían que Alex se quedara con ellas, el hombre se vio obligado a partir. Después de todo, tenía asuntos pendientes que resolver. Por eso, salió por la puerta y, una vez confirmó que nadie lo observaba, se teletransportó de vuelta a Estados Unidos.
—Más específicamente, justo donde se había anclado, que estaba directamente fuera del ático en el que actualmente se alojaba Aisha. El afecto de Aisha hacia Alex había fluctuado a lo largo de la noche. Después de todo, había comenzado a investigar quién era Alex.
