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Durante su primer día en Teherán, después del tiempo que había pasado siendo interrogado por los servicios de inteligencia locales, Alex trabajó todo el día con los ingenieros y físicos nucleares locales. Usando el conocimiento que había adquirido gracias a los esfuerzos de Nina, y su habilidad \[Retención\] para dar orientación a las autoridades iraníes sobre cómo terminar efectivamente sus proyectos, que ya estaban cercanos a su finalización.
En realidad, Alex no necesitaba trabajar tanto como pensaba. Simplemente apuntar a estos científicos e ingenieros en la dirección correcta, ayudarlos a superar algunos de los obstáculos que tenían, y luego largarse. Y así fue exactamente cómo Alex pasó sus primeras semanas en Teherán.
Pero mientras Alex permanecía en la extraña y extranjera nación que iba en contra de sus creencias de hedonismo y placer. Encontró algo interesante. Había de hecho una heroína ubicada en Teherán a la que necesitaría conquistar.
