Las demandas de Alex eran simples. Quería que aquellos que habían atacado a una de sus mujeres pagaran caro por lo que habían hecho... Pero también sabía que ir tras las personas directamente responsables era... ¿Deberíamos decir, no sería permitido?
Después de todo, él no podía hacer que esas sombras detrás del trono revelaran sus identidades, o sus pecados, al público. Algo así sería el fin de la dinastía que habían construido. Pero lo que sí podía hacer era castigar al director de la CIA por sus acciones.
Y así, Alex dejó abundantemente claro al representante con quien estaba hablando, que quería una cosa y una cosa solamente. Sangre...