—Necesito algo de tiempo a solas para enterrarla como es debido. Ustedes sigan sin mí —dijo Alex.
La Madre asintió con la cabeza y accedió a esta solicitud antes de que sus hombres pudieran cuestionarla. Después de todo, ella estaba al tanto del acuerdo con Alex que permitiría a Isabella vivir, aunque en una vida de exilio al norte de la frontera.
—Escucharon al hombre, además, ¿no tienen algo mejor que hacer? Ahora que el liderazgo de Jalisco ha sido eliminado, necesitamos aprovechar la ventaja y reclamar sus activos antes de que los federales se den cuenta de lo que ha sucedido —dijo La Madre.
Los hombres no desobedecieron a su "madre" ni a sus órdenes, y se apresuraron a entrar en acción. Y una vez que La Madre se quedó sola con Alex, rápidamente le preguntó acerca de sus planes.
—Sabes el trato, esa chica no puede volver a mostrarse por estos lugares. Espero que tengas un plan para pasarla al norte de la frontera esta noche —dijo La Madre con firmeza.