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Después de arrastrar a María, pataleando y gritando, fuera de su habitación, Alex descubrió que eventualmente ella se calmó. Especialmente después de entrar en un espacio público. Quizá tenía miedo de armar un escándalo, pero la mujer de repente se volvió dócil e incluso se aferró a Alex, casi como si tuviera miedo de estar en público después de la experiencia que tuvo en la Mansión Jalisco.
Alex estaba mucho más complacido con su comportamiento y rodeó con un brazo a María para hacerla sentir más segura. Pero esto solo invocó celos en Isabella quien exigió que hiciera lo mismo con ella. Y fue una demanda física, tirando del brazo de Alex hasta que captó la indirecta.
Así, Alex suspiró profundamente y hizo lo que le pedían. Curiosamente, mientras el trío estaba de paseo, alguien reconoció quién era Alex y tomó una foto, antes de enviarla al internet para que sus habitantes la analizaran con detalle.
