Alex miraba incrédulo lo que estaba presenciando —dijo—. El video estaba claramente tomado desde su perspectiva, pero no era en absoluto lo que su memoria le decía que había pasado el día anterior. Desde que comenzó el combate, Alex abrió de una patada la puerta de la camioneta —prosiguió—, y avanzó a través del fuego de ametralladoras y lanzagranadas automáticos como si fuera el Teniente Spiers —narró.
Después de cerrar la distancia entre él y el enemigo, y de alguna manera milagrosamente sobrevivir a sus intentos de matarlo —continuó—, Alex comenzó a abatir sin piedad a los sicarios de Jalisco como si fuera la encarnación del castigador —relataba—. Incluso se enfrentó en combate cuerpo a cuerpo con algunos de ellos, pateándolos contra la pared, y apuñalándolos repetidamente con su cuchillo de combate —explicó.