—¡Vaya, mira quién por fin se levantó! ¿Disfrutaste de tu sueño de belleza, princesa? —gritó Nari con un tono altivo en su voz.
—¡No me objetivices! ¡Soy más que un trozo de carne, sabes! —respondió Alex sonriendo con ironía y de manera similar sarcástica.
Esto, a su vez, hizo que Nari estallara en una risita mientras bajaba por la escalera que habían construido juntos el día anterior. Una vez fuera de la cabaña, la hermosa chica de cabello morado oscuro corrió y abrazó a Alex. Ella, como todas las demás antes que ella, se había vuelto más hermosa que cualquier otra mujer que Alex había visto. Sin embargo, todavía conservaba su encanto masculino.
Alex sonrió mientras abrazaba a la chica, antes de mirar hacia la cabaña inacabada. Examinó el trabajo que la chica había hecho sola por un tiempo antes de hablar sobre sus pensamientos con respecto a su construcción en curso.
