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Al despertar en el suelo del bosque, Alex miró a su lado para encontrar que Jung-Hyun de hecho había pasado por una transformación la noche anterior. Siendo honesto, ambos tuvieron suerte de que no llovió esa noche, porque definitivamente se habrían enfermado al menos, y tal vez hubieran muerto de hipotermia en el peor de los casos. Esta fue una buena lección que aprender: nunca hagas hongos mágicos sin un refugio adecuado de los elementos.
Alex, sin embargo, estaba más interesado en la bella durmiente a su lado, quien parecía más una ninfa del bosque mística que un ser humano real. Debido a esto, se arrastró junto a Jung-Hyun y la besó suavemente en los labios, despertándola de su sueño.
—Así solía despertar Alex, pero la mujer probablemente estaba tan exhausta como él. Por lo tanto, le hizo un favor. Y cuando Jung-Hyun abrió sus bonitos ojos rojos, miró a un Alex sonriente y le respondió dándole un beso.
