Alex y Min-Ah se adentraron en los bosques tropicales de la gran isla privada en medio del Pacífico. Y con cada paso que daban, descubrían nuevas maravillas para grabar y compartir con el mundo. Es decir, una vez que regresaran de su pequeña excursión.
Durante su viaje, vieron una variedad de fauna silvestre, algunos grandes, algunos pequeños. Entre ellos estaba un ciervo sambar, al cual Alex estuvo tentado de disparar con su 10mm auto, y comerlo por la noche. Pero la adorable expresión de asombro de Min-Ah mientras observaba y grababa a la majestuosa bestia huir fue suficiente para hacerle reconsiderar.
Fue entonces cuando Alex notó algo peculiar, ya que la chica dejó de grabar y se acercó a él.
—Gracias, Oppa... Sé que aún nos queda mucho camino por recorrer, ¡pero nunca había visto nada tan espectacular en mi vida! —Tras esto, el sistema envió un mensaje a la visión de Alex, lo que hizo que el hombre sonriera mientras agarraba a su amada y la jalaba hacia él.