Había pasado más de una semana desde que Alex se había lanzado a una matanza y había asesinado a su padrastro. Y aunque la mayoría de sus mujeres finalmente habían calmado sus nervios desde aquella fatídica noche, había una en particular que no había podido encontrar ningún atisbo de paz.
Jade ya era una joven emocionalmente inestable, pero la idea de perder a su salvador y quedarse sola en este mundo simplemente era demasiado para ella soportar. Y aunque intentó bloquear estos pensamientos intrusivos, la joven emo belleza finalmente perdió esta batalla.
Así, mientras Alex dormía solo en su habitación, después de exigir algo de paz y tranquilidad a sus muchas mujeres, la estudiante de último año de bachillerato se escabulló en la habitación del hombre. Estaba completamente desnuda, con solo la luz de la luna brillando sobre su pálida piel.
