El debate más intenso surgió sobre el nombramiento del comandante del ejército derecho, con la más feroz competencia entre el Caballero Kaido y la Caballera Ana.
Tanto Margaret como Bosiden mostraron interés, pero se retiraron ante la fuerte contienda entre Ana y Kaido.
Kaido argumentó que era curtido en batalla y excepcionalmente valiente, enfatizando también su conexión como cuñado de un barón.
En contraste, Ana contrarrestó fieramente.
Ella también afirmó ser experimentada y valerosa en la batalla.
Además, resaltó su ilustre trasfondo familiar de la familia Katerina y su papel crucial en apoyar el ascenso del Señor Howard desde el Pueblo Yami, afirmando su estatus como confidente de confianza de Howard.
Kaido, visiblemente agitado y al borde de la ira, fue rápidamente calmado por Howard, quien finalmente eligió a Ana como comandante del ejército derecho.
Aunque Kaido estaba internamente insatisfecho, se abstuvo de expresar su descontento.