Nick se encontró cara a cara con Gula por primera vez, y no parecía lo que había esperado.
Él había esperado a un hombre gordo que no dejaba de comer sin fin, pero en cambio, vio a una chica hermosa y delgada.
Parecía una humana normal, excepto por el hecho de que su piel era de un rojo brillante.
—¿Qué quieres? —preguntó la chica delgada.
Nick ya se había transformado en una versión más en forma de su disfraz y puso una sonrisa burlona.
—Trabajar juntos —respondió.
—No trabajo con otros —contestó Gula con lo que parecía ser molestia.
—Bueno, qué mal —dijo Nick—. Realmente no tienes opción al respecto.
—Eres un Demonio del Pico —contestó Gula—. Yo soy un Caído Cumbre. No puedes obligarme a seguir tus órdenes.
—No, no puedo —respondió Nick con una risa breve—. Pero somos Espectros. Solo nos interesa nuestra ganancia personal. No puedo obligarte a hacer algo, pero puedo hacer que quieras trabajar juntos conmigo.