Todos observaban cómo el proyectil creciente se dirigía hacia el torbellino.
BOOOM!
El creciente explotó en una lluvia de láseres, quemando agujeros en el suelo hasta donde alcanzaba la vista.
Todo estaba demasiado brillante, y nadie podía decir si el ataque había acertado o no.
¿Lo habían conseguido?
Todos miraban con ansiedad.
La luz desapareció.
Nick tomó una respiración profunda.
En los momentos siguientes, pedazos rojos de cerebro cayeron al suelo.
—Lo conseguimos —dijo Nick.
Nick vio al proyectil creciente golpear de lleno al Investigador Envidioso.
Había sido un tiro perfecto.
Aterrizó exactamente en el cerebro del Investigador Envidioso, y cuando impactó, Nick no podía ver más al Investigador Envidioso.
Si Nick estuviera mirando solo con sus ojos o su sentido Zephyx, habría una posibilidad de que el Investigador Envidioso aún estuviera vivo.
Sin embargo, la habilidad de Nick funcionaba aprovechando la percepción del enemigo.
