El Campeón de la Luz miraba con celos apenas disimulados al Brazo Izquierdo.
—¿En serio? ¿Está tratando de hacer que el Campeón se ponga celoso? No estoy seguro de que eso funcione. Aunque, este es el Brazo Izquierdo... —comentó.
—El viejo Campeón era poderoso —dijo el Campeón—. En el futuro, espero ser tan fuerte como él.
—Lo serás —dijo el Brazo Izquierdo, mirándolo—. Todavía eres nuevo en esto y has estado haciendo un gran trabajo.
—Has trabajado tan duro y tu presencia ha hecho posible que el Técnico y yo nos vayamos de nuevo.
—No me gusta decir estas cosas, pero la humanidad es nuestra principal prioridad, y la vejez del Campeón estaba complicando las cosas.
—Si no hubieras aparecido, la humanidad estaría condenada.
—Estoy seguro de que, con el tiempo, serás tan sobresaliente como el viejo Campeón. Mientras sigas creciendo y aprendiendo, estoy seguro de que alcanzarás alturas que él nunca alcanzó.
