El lazo entre los humanos y los espíritus era uno de los rituales más sagrados en el Sector 8.
Vincularse con un espíritu era compartir tu vida con ellos, tus victorias, tus fracasos y tus cargas. Era una unión que iba más allá de la mortalidad, atando al humano y al espíritu juntos mientras el humano viviera. En Eldoralth, no se conocían métodos para separar un lazo, se consideraba imposible.
Para los humanos, las recompensas eran enormes. El lazo les otorgaba acceso a poderes que nunca podrían alcanzar por sí solos.
Obtenían la fuerza del espíritu, sus habilidades y conocimientos, evolucionando junto a ellos. Con el tiempo, a medida que el humano se fortalecía y alcanzaba la fuerza establecida por el espíritu, ambos crecían juntos, avanzando a alturas inimaginables.
Pero esta asociación tenía un costo.