Felicie preguntó interesada mientras Zeras giraba lentamente la cabeza hacia ella, apareciendo en su rostro una sonrisa malévola.
—Nosotros también vivimos de la sangre. ¡De la sangre de una mujer! —exclamó Zeras mientras el ritmo cardíaco de Felicie se disparaba incontrolablemente, sus manos caían de golpe y sus pensamientos se detenían abruptamente.
—Jajajaja. Eso es realmente muy divertido... —dijo Felicie nerviosa, pero solo vio cómo la sonrisa de Zeras se ensanchaba aún más.
—¿Lo es? —dijo él mientras el bolígrafo se le caía de las manos a Felicie, su pecho a punto de estallar fuera de su caja torácica cuando de repente Zeras se echó a reír a carcajadas, apartando la mirada de ella.
—Realmente te lo creíste. Deberías haber visto tu cara; fue simplemente épico —se burló Zeras mientras Felicie resoplaba antes de también reírse a carcajadas de él.