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—Hmm, él también está en el rango inmortal —reflexionó Zeras para sus adentros, sintiendo la vibración suave que emanaba del anciano. Aunque parecía viejo y lucía como si pudiera caer muerto en cualquier momento, el aura que desprendía era inconfundible. Él era la definición perfecta de un lobo disfrazado de oveja.
—¿Puedo preguntar por qué ha venido a nuestra humilde morada? ¿Hay algo en lo que podamos ayudarle? —preguntó el anciano con una sonrisa amable.
—No buscamos nada de ustedes en absoluto. Solo hemos llegado aquí hace unas horas para una expedición, se podría decir, y mi gato simplemente se alejó caminando. Por eso he venido buscándolo. ¿Puedo preguntar de qué se trata todo esto? —dijo Zeras, haciendo referencia a los extraños eventos que habían sucedido antes.
—¡MIAU! —De repente, el anciano emitió un sonido de gato antes de golpear el suelo con su bastón. Inmediatamente, el clan comenzó a dejar el área, volviendo a su morada.
