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—Era una entidad enfrentada a la prueba divina celestial, y la superó. Desafortunadamente, superarla significaría que tendría apenas tres segundos para ascender al reino superior.
Pero el dios tenía deseos que aún no se habían cumplido, y solo tenía tres segundos para cumplirlos.
—El tiempo dado era imposible para completar sus deseos, así que en los últimos tres segundos, construyó una torre, la cual se dividió en tres e impregnó en ellas sus deseos, en forma de pruebas que conducen a mundos donde la misión de sus deseos se asignaría al encargado de la prueba para resolver.
Resolver la prueba significaría obtener un regalo de agradecimiento del propio dios. Una leyenda dice que si uno es capaz de completar incluso una prueba, es suficiente para cambiar la vida de la persona al revés para siempre.
