—Hmph, ¿cómo puedo molestarme por peleas de simples niños... —dijo con desdén, mientras Zeras asentía volviéndose para mirar la botella mezclada con babas sobre la mesa.
—Sí, realmente tienes otras cosas importantes de las que preocuparte...
—Dicho esto, muchacho. Tienes suerte de haber conseguido tres tarjetas doradas, porque el 3er y 4to nivel del Puño de las Nueve Estrellas del Arte Hegemón de Nueve Estrellas no están en la puerta plateada. Están en las doradas. Además, también tengo un arte especial que quiero que elijas, —dijo el gran anciano, frotando su vieja barba mientras miraba a Zeras con una mirada escrutadora.
—¿Un...arte especial? —preguntó Zeras con una ceja fruncida mientras el hombre asentía.